La Enfermedad de Crohn (EC) es una enfermedad inflamatoria intestinal idiopática crónica que causa lesiones salteadas e inflamación transmural desde la boca hasta el ano. La prevalencia de EC está aumentando en todo el mundo en adultos y niños, y su inicio a menudo se caracteriza por síntomas comunes como diarrea, dolor abdominal, sangrado rectal, fiebre, pérdida de peso y fatiga.
El soporte nutricional podría atenuar el proceso inflamatorio del intestino, favoreciendo el reposo intestinal y mejorando el pronóstico postoperatorio. En pacientes con EC, la nutrición enteral (NE) y la nutrición parenteral (NP) son recomendadas por la Organización Europea de Crohn y Colitis (ECCO) y por las guías de la Sociedad Europea de Nutrición Clínica y Metabolismo (ESPEN) para pacientes desnutridos sometidos a cirugía gastrointestinal mayor y/o como terapia de apoyo menor además de una dieta oral.
Nutrición Enteral
La nutrición enteral (NE) es un régimen dietético líquido, que excluye los alimentos sólidos, proporcionando la cantidad total de calorías necesarias. El uso de este tipo de dieta está especialmente recomendado durante la recaída de la enfermedad, cuando se aplica durante 6-8 semanas para inducir la remisión. La NE se administra por vía oral, en forma de bebida, polvo, refrigerio similar a un postre o a través de una sonda de alimentación, con una eficacia similar. La NE también se ha recomendado como dieta de mantenimiento durante las fases de remisión de la EC, combinada con la dieta habitual.
Nutrición Parenteral
La nutrición parenteral (NP), junto con su forma exclusiva de nutrición parenteral total (NPT), proporciona nutrientes (macronutrientes, micronutrientes y electrolitos) a través de un catéter venoso central. La NP en pacientes con EC puede optimizar el estado nutricional previo a la cirugía como complemento a la NE, o como alternativa si el uso de la NE no es posible o está contraindicado. La NP se recomienda comúnmente para pacientes desnutridos que están experimentando una fase inflamatoria aguda, con el objetivo de lograr el reposo intestinal. Además, la NP se recomienda cuando las complicaciones postoperatorias afectan la función gastrointestinal y es difícil alimentar a los pacientes con nutrición oral/NE durante al menos 7 días.
Dieta baja en FODMAP
El acrónimo FODMAP significa fermentable, oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles. Esta dieta se basa en la exclusión de los carbohidratos de cadena corta, que son poco absorbidos y altamente fermentados por las bacterias intestinales, lo que provoca diarrea, hinchazón, distensión y dolor abdominal. Los pacientes con una dieta baja en FODMAP deben limitar la miel y algunas frutas, como manzanas, dátiles, sandía (fuente de fructosa), cebolla y ajo (fuente de fructanos), frijoles, lentejas y legumbres (fuente de galactanos), mientras que no hay restricciones en cuanto al uso de sacarosa. La desventaja de esta dieta es la ingesta reducida de inulina, fructooligosacáridos y fructosa, que son prebióticos conocidos; sin embargo, la dieta FODMAP reduce la población de Bifidobacterium, lo que mejora la disbiosis.
Es importante destacar que para llevar a cabo cualquiera de estas opciones de tratamiento nutricional en pacientes con enfermedad de Crohn, se requiere la valoración y supervisión de un médico especialista. Cada paciente es único y tiene necesidades individuales que deben ser evaluadas por un profesional de la salud antes de iniciar cualquier dieta o terapia.
Además, en nuestro centro contamos con un estudio clínico especializado para el tratamiento de la enfermedad de Crohn. Para obtener más información sobre nuestras opciones de tratamiento y participar en nuestro estudio clínico, le recomendamos ponerse en contacto con nosotros al 229 161 6359, donde estaremos encantados de brindarle toda la información y el apoyo necesario para enfrentar la enfermedad de Crohn de manera efectiva.
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