La viruela del mono, del simio o monkeypox sí existe y es una enfermedad infecciosa de la misma familia que la viruela, pero es menos grave.
Si bien se trata de una enfermedad que ha estado presente en África por décadas, las alarmas internacionales se prendieron el pasado 7 de mayo, cuando se registró el primer caso actual en Reino Unido.
El número de 780 casos, registrados desde el 13 de mayo hasta el jueves pasado, está probablemente subestimado debido a la limitada información epidemiológica y de laboratorio. "Es altamente probable que otros países identifiquen más casos y que habrá una mayor expansión del virus", asegura esta agencia de salud de la ONU.
Síntomas de la enfermedad
La enfermedad no se manifiesta de inmediato. El tiempo de espera entre que una persona se infecta y aparecen los síntomas puede ser de seis a 13 días, aunque puede extenderse hasta los 21 días.
La OMS explica que la enfermedad se divide en dos fases y, con ello, hay síntomas en particular:
Periodo de invasión: Hay fiebre, dolor de espalda, dolor de cabeza intenso, inflamación de los ganglios, dolores musculares y falta de energía.
Periodo de enfermedad: Hay erupción cutánea —similar a la de la viruela— que suele iniciar en la cara y luego se extiende al resto del cuerpo, como brazos, manos, pies y genitales. Estas erupciones primero son ronchas planas, luego se convierten en ampollas repletas de líquido, para finalmente hacerse costra.
Formas de transmisión
Cuando el contagio se da un animal al humano, se produce por una mordedura o arañazo, preparar mal la carne consumida de animales silvestres o tener contacto directo con fluidos corporales o lesiones de un animal contagiado.
En el caso de un contagio de humano a humano, el virus se propaga a través de gotitas de fluidos que ingresan al cuerpo a través de una capa de piel que se conoce como ‘rota’ y que no es visible a simple vista. También, por vías como ojos, nariz y boca.
Si bien el contacto con monos suele ser menos frecuente, en México sí tenemos contacto con ardillas, ratas, ratones o conejos porque están en nuestro entorno, pero de momento no hay evidencia de que nuestra fauna local tenga el virus.
Letalidad
La enfermedad no tiene altos índices de letalidad. Durante los brotes a nivel mundial se ha podido comprobar que su nivel de letalidad está entre el 1% y el 10%, presentando un mayor riesgo en los jóvenes, el riesgo parece ser mayor en menores de 16 años, pero en general la tasa de ataque es menor a 9%.
“Esto quiere decir que, si 100 personas se exponen al virus, más o menos nueve van a enfermar y de estas el 3% más o menos o el 2% pudiera llegar a morir; el riesgo a morir es relativamente bajo”, asegura el especialista de la UNAM.
En caso de que sientas algún síntoma, la OMS recomienda:
Aíslese y hable con un trabajador de la salud si tiene síntomas
Evitar el contacto piel con piel o cara a cara con cualquier persona que tenga síntomas.
Limpia las manos, objetos y superficies que se han tocado regularmente
Use una máscara si está en contacto cercano
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